A veces no somos conscientes de lo importante que es saber asumir los errores y reconocerlos. Sé que hay problemas que son difíciles de afrontar y, preferimos mirar para otro lado, o culpar a las circunstancias, o a otras personas.
Da la sensación que si lo admites, te muestras débil y vulnerable. Si nos enrocamos en esas posiciones, nunca mejoraremos.
Reconocer un error dice cosas muy positivas sobre ti, porque exige valentía y sinceridad. Además te permite analizar su causa y así evitar que vuelva a ocurrir. Te permite evolucionar, mejorar.
Es una putada, pero no somos perfectos. Nadie lo es. Todos metemos la pata hasta el fondo y más de una vez. Pero no todos sabemos pedir disculpas, asumir nuestras limitaciones y defectos, tragarnos el orgullo y luchar por ser mejor persona. Si todo el mundo lo hiciéramos habría muchas menos familias rotas, amistades perdidas y corazones heridos.
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