Es curioso como es el ser humano. Resulta que, cuanto más grande es una ciudad, mas sola se siente la gente. ¿No es contradictorio? A más gente, más soledad. Solo tienes que montarte en el metro, en una ciudad grande como Madrid o Barcelona y observar cómo la gente va como zombies. Ni se miran a la cara. En un pueblo todo el mundo se conoce. No puedes cruzarte en la calle con alguien sin saludar y cruzar unas palabras.
La soledad es el gran mal de las urbes. La gente va al psiquiatra porque no confían en nadie para contarle sus problemas. Desconfiamos de todo el mundo, de tus vecinos, de tus compañeros de trabajo, de los amigos…nos guardamos nuestros problemas y angustias para nosotros mismos. No queremos parecer débiles, aunque lo somos. Y no hablar sobre nuestros problemas hace que se enquisten y no podamos verlos desde otras perspectivas.
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