En el campo de los estudios sobre el más allá, el psiquiatra Raymond A. Moody recopiló experiencias cercanas a la muerte. Basándose en las coincidencias de los distintos testimonios, nos da a entender que hay algo más allá de la muerte.
También es cierto que nuestro cerebro es capaz de crear realidades coherentes con retazos de conciencia. Nuestros sueños son eso y, a veces, aparte de ser extremadamente realistas, tienen bastante sentido.
Si en el momento de la muerte, nuestro cerebro pone en marcha mecanismos físicos que, posiblemente, tengan como fin hacernos el momento de la muerte lo más agradable posible. Es probable que la plasmación de estos procesos tengan una interpretación similar por nuestros sentidos y tengamos experiencias similares.
De todas formas, exista un más allá, exista un Dios o unos procesos químicos en nuestro cerebro, lo cierto es que, los que han estado muertos clínicamente y han regresado, lo describen como una experiencia placentera y llena de paz… ¿no es eso un consuelo?
No hay comentarios :
Publicar un comentario