miércoles, 2 de marzo de 2016

SER NACIONALISTA


Es curioso que a una persona la defina su lugar de nacimiento, cuando nacer es algo que no elegimos.

Todos los seres humanos somos, más o menos, iguales y tenemos, más o menos, las mismas preocupaciones. No creo que necesitemos que los políticos nos creen más.

Entiendo que es una idea atrayente la del pequeño pueblo oprimido por un gran estado, al estilo Asterix y Obelix. Con la propaganda adecuada, no solo en los medios, sino también a través la educación y el entorno familiar, podemos convencer a la gente que ese es su problema más importante y que será la raíz del resto de sus problemas.

Yo no educaría a mis hijos así, llamarme raro, pero no quiero que odien a nadie, en función de donde ha nacido. Es mas, no me gustaría que viviesen odiando. No creo que así se pueda ser feliz y yo quiero a mis hijos más que a cualquier país.

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