miércoles, 6 de julio de 2016

DE LA TIERRA A LA INMENSIDAD


La llegada de la sonda Juno a Júpiter me lleva a reflexionar sobre la inmensidad del espacio. Cinco largos años ha tardado en llegar hasta allí y aún estaba lejos de salir de nuestro sistema solar.

En el S. XV, muchos exploradores se echaron a la mar, sin tener claro su destino, sin saber cuánto tiempo estarían sin pisar tierra firme, con el objetivo de conocer y conquistar lo desconocido.

Supongo que, en algún momento, la exploración espacial será algo parecido. Naves espaciales tripuladas por familias completas que partirán de la tierra para no volver. Allí morirán y nacerán nuevas generaciones que continuarán viaje, para descubrir nuevas “tierras”, nuevas civilizaciones, nuevos futuros para nuestra raza.

Parece de ciencia ficción lo que cuento, pero ya está en marcha el proyecto MELISSA con el fin de generar de forma autónoma, oxigeno, comida y tratamiento de residuos en el espacio. Es decir, que una nave espacial pueda viajar por el espacio por tiempo ilimitado.

Star Trek está más cerca. El espacio, la última frontera…

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