miércoles, 23 de noviembre de 2016

MUERE RITA BARBERÁ


Hoy ha muerto Rita Barberá. Una alegoría de esa España que un día te encumbra y al otro te echa a los leones. Considerada durante muchos años como la mejor alcaldesa que había tenido Valencia, los últimos años los pasó escondida, odiada por aquellos que antes la idolatraban y ninguneada y abandonada por su propio partido.

Durante sus años dorados fue la política que sus conciudadanos quisieron: Cercana, campechana y trabajadora. Dotó a la ciudad de grandes infraestructuras y de grandes eventos. Puso a su ciudad en el mapa y atrajo mucha inversión. También gasto mucho, demasiado.
Los ciudadanos estamos encantados cuando construyen nuevos parques en nuestras ciudades, o polideportivos o aeropuertos. Estamos encantados cuando los grandes eventos ponen nuestra ciudad en las noticias de los telediarios del mundo, como lo hizo la F1. Pero todo eso tiene un coste, un coste que una ciudad mediana como Valencia no podía pagar. Pero en ese momento a nadie le importaba. Ni siquiera a Rita.

Hoy muere sola en la habitación de un hotel, aquella que lo fue todo en su tierra. Muere por ser partícipe de un sistema político corrupto que ya estaba allí cuando ella llego y que seguirá ahora que se ha ido. Hoy mucha gente se acordará de ti y no solo por lo malo. Hoy quizás sean justos contigo. Hasta siempre Rita.

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