CARTA A PABLO IGLESIAS

Estimado Pablo,

He leído en las noticias que no irás al homenaje a la constitución. Si, esa constitución denostada y caduca, pero que fue la base de esa libertad que ahora disfrutas. Gracias a la constitución, estas en el parlamento y, quien sabe, quizás algún día seas presidente.

No entiendo tus desplantes. Supongo que habrá mucha gente en el congreso que no está de acuerdo contigo, pero no se sale del hemiciclo cada vez que hablas. Quizás no compartan tu opinión, pero te respetan. Quizás tú deberías plantearte hacer lo mismo.

No sé si serás consciente que estás ahí para representar a millones de españoles. Personas que, a lo mejor, si respetan la constitución. Que no te estoy diciendo que vayas y te rompas las manos a aplaudir. Te lo digo porque, como representante del pueblo y de la pluralidad de tus votantes, se puede considerar parte de tu trabajo.

Créeme cuando te digo que, en mi trabajo, también hay cosas que no me gusta hacer y hay gente con la que no me gusta mucho hablar. Pero, por el bien de mi empresa, de la convivencia, y de mi economía, hago lo que tengo que hacer.

¡Ya me gustaría hacer lo que me da la gana, como haces tú! Pero yo me rijo por un convenio, no por una constitución como lo haces tú. Quizás, si tú hubieras estado en la transición no tendríamos esa constitución. Tú eres integro. No hubieras pactado con esos fachas asesinos de humildes. A lo mejor la izquierda hubiera tenido su revancha. A lo mejor se hubiera revivido la guerra y hubiera vuelto a morir gente. Quizás los pobres por fin hubieran ganado a los ricos…

Y podemos seguir divididos y peleándonos los unos con los otros por toda la eternidad, como hacen las tribus de África. O podemos mirar al futuro juntos. Podemos respetarnos y respetar el documento que sentó las bases de la convivencia. Como tú siempre decías, “Juntos Podemos” Por favor Pablo, no sigas jugando a dividirnos.