¡Hay que ver a qué velocidad pasa el tiempo! Que pocas cosas permanecen. Todo está en constante cambio, en movimiento.
Lo que hoy es noticia, mañana no es ya ni recuerdo. Parece que nuestra curiosidad no tiene límites y que, cuanto más la alimentes, más te demanda. Estamos todo el día conectados: redes sociales, periódicos digitales, radio, televisión…un bombardeo constante que nunca te harta.
Este hecho está influyendo en nuestra forma de percibir el mundo de maneras que ni imaginamos. Nuestra memoria está siendo sustituida por tecnología sin que seamos conscientes de ello. Nuestras fotos, nuestros recuerdos, citas, nº de teléfono, aniversarios…todo flotando en la nube digital. Solo importa el presente. El futuro es una incógnita y nuestro pasado vive atrapado en un mundo virtual.
Hagas lo que hagas, por terrible o vergonzoso que sea, se olvidará. Mañana será desechado y los ojos del mundo estarán mirando hacia otro lado. Vive y disfruta el presente. Se lo que quieras ser porque, aunque te avergüence o te asuste el fracaso, mañana será olvidado.
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