lunes, 20 de febrero de 2017

PERMANENTEMENTE OFENDIDOS


Ya comente en alguna de mis reflexiones de los peligros de la sobreprotección, pero en algunos aspectos, estamos llegando a unos límites que rozan la estupidez. Se intenta evitar tanto la ofensa, que se limita la libertad de expresión, creativa y la franqueza, con tal de defender la sensibilidad de todo el mundo.

Es impensable que en la actualidad pudiera hacerse el Show de Benny Hill. Se le tacharía de machista, misógino y de cosificar a la mujer. Es mis tiempos hacia reír.

Supongo que a alguien en el mundo podría sentarle mal, o no gustarle ese tipo de humor, pero creo que es imposible proteger a todas las sensibilidades. ¿Os imagináis hacer una “Bola de Cristal” ahora? Poner al frente de programas infantiles a gente que eran referentes de la noche madrileña, del “sexo, drogas y rock and roll” como Kiko Veneno, Radio Futura o Alaska. Y qué decir de “Los Electroduendes” que aleccionaban a los niños contra el capitalismo. ¿Os imagináis que ahora un programa infantil intentara transmitir ideas políticas a los niños?

En el mundo actual, se tacha a “El Rey León” de racistas porque el león malo es un poco más oscuro. Todo debe estar medido para que casi no haya posibilidades de ofender a nadie y, aun así, uno tiene que escuchar estas estupideces.

Ahora el humor negro ya casi ni existe y ten cuidado donde lo usas, porque te pueden meter hasta en la cárcel.

Ya nadie es libre de opinar, de equivocarse, de crear para generar debate. Parece que no vale con no ver algo si no te gusta, o si no estás de acuerdo, hay que destruirlo para que nadie pueda verlo. Este es el mundo que hemos creado. Tan aséptico y tan frio como un quirófano.

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