Hasta hace un par de siglos la mujer estaba considerada como un ser inferior. Tenía menos derechos y menos libertades. Hasta bien entrado el siglo XX, por lo menos en España, su labor principal era la de limpiar la casa y cuidar a los niños.
Para mí, el día de la mujer, es un homenaje a todas esas mujeres que han conseguido que esta situación cambie. Además, es importante destacar todo lo logrado en tan poco tiempo.
Todavía no se ha alcanzado la igualdad total, y no creo que se consiga. Entre otras cosas, porque no somos iguales.
Está claro que el gobierno puede legislar para que, a la hora de tener un hijo, el rol “materno” lo asuma tanto el hombre como la mujer, pero no puede hacer leyes que obliguen al hombre y a la mujer a compartir la carga. Creo que, en algunos casos, la mujer tendrá mejor posición económica y mejor proyección laboral y tendrá que ser el hombre el que asuma el cuidado y la educación de su hijo, y, en otros casos, será lo contrario. Que ahora mismo el rol materno, en el 90% de los casos lo asuma la mujer, las perjudica laboralmente.
Además, es curioso que sean las propias mujeres las que critiquen ferozmente a aquellas madres que delegan el cuidado de sus bebes desde que son prácticamente recién nacidos.
Tan poco soy favorable a las cuotas. Sabéis que estoy a favor de la igualdad, pero no forzosa. Creo que para un puesto de trabajo siempre debe estar el mejor candidato, independientemente de su sexo. Estoy seguro que, en un futuro, la mayoría de los puestos directivos los coparán mujeres, porque tienen más talento para organizar. Y no creo que fuera bueno que, en esas circunstancias, tuviera que haber un cupo de hombres por obligación que impidiera que estuvieran los mejores, independientemente de su sexo.
Tampoco estoy de acuerdo con los dobles raseros. No me parece bien que en aquellas oposiciones en la que el esfuerzo físico sea importante, se hagan pruebas distintas para hombres, que para mujeres. Si con las marcas que exigen, por ejemplo en la policía, a las mujeres es suficiente para atrapar un delincuente con seguridad, que sean iguales para todos. Por el contrario, si es necesario cumplir las marcas estipuladas para los hombres, que solo existan esas. Lo que no me parece justo es, que para desempeñar el mismo trabajo, el nivel de exigencia sea distinto.
Todos, seamos hombres o mujeres debemos tener las mismas oportunidades. Pero no somos iguales. La naturaleza hizo a las mujeres más inteligentes y a los hombres más fuertes. Pero si una mujer quiere llegar lejos en un trabajo que requiera mucha fuerza, que las leyes o la sociedad no se lo impida. Y que lo mismo sea para el hombre.
La ley no puede obligarnos a ser iguales, pero debe garantizarnos las mismas oportunidades.
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