Hay días en los que una buena música arrulla tus oídos. En los que la brisa y el sol acarician tu piel. En los que puedes sentir la vida, como si fuera algo concreto, real y palpable.
Cada día nos enfrentamos a un montón de problemas y de disyuntivas: En nuestra relación, en nuestro trabajo, con nuestra familia y amigos... Pero también hay momentos de paz, de luz y de calma. De sentir que todo fluye y que puedes dejarte llevar. De olvidarte un poco de todo y de solo sentir ese olor a hierba recién cortada, esa canción que te encanta, esa brisa fresca de la mañana. Ese desperezar del mundo con las primeras luces del día.
A veces tengo momentos que me reconcilio con la vida. Que puedo ver esa magia que asoma en la sonrisa de un niño. Que brota del contraste entre el azul del cielo y el verde de las copas de los árboles. Que resuena en el canto de los pájaros. Que toca mi corazón en los acordes de una canción.
La magia existe. Está en todo lo que nos rodea. Solo necesitamos tener la suficiente paz en nuestra alma, como para poder apreciarla.
Disfruta de ella. Disfruta de tu vida.
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