¡Qué tiempos tan oscuros se avecinan!
Por un lado tenemos la guerra de los islamistas contra occidente. Bueno, una guerra de lobos contra corderos. Nos están masacrando en nuestras propias ciudades, mientras estamos indefensos y desarmados.
Tenemos el conflicto Korea del Norte – EEUU. Cualquier día tenemos una desgracia importante con este asunto.
En Europa se sigue dando forma al Brexit. Termine como termine este asunto, será perjudicial para la economía del Eurogrupo.
Y mientras, aquí en España, se fragua una suerte de guerra civil entre Catalanes y Españoles y se tensa la cuerda entre izquierdas y derechas. En todos mis años de vida no he visto la sociedad tan fragmentada como lo está ahora.
Dice la Ley de Murphy que si algo puede ir mal, irá mal. Ahora no solo tenemos una amenaza, tenemos varias, y alguna, o varias, no van a terminar bien.
Todos estos conflictos tienen una raíz común: La política. La gente corriente tenemos preocupaciones comunes en casi todas las partes del mundo: Tener un buen trabajo, que te dé para comer, vivir lo mejor posible, que nuestros hijos tengan una buena vida y tener buena salud. Y para esto, da igual que seas catalán, vasco o madrileño. Estas son las cosas importantes de la vida.
Y aquí estamos, rogando porque las malas decisiones políticas no rompan nuestro bienestar. No sé qué pasa en el mundo últimamente, pero parece que la gente no hacemos más que darle poder a la gente equivocada. Espero que aprendamos de nuestro error.
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